EL FARO QUE NOS GUÍA
La variable
fundamental que mueve la actividad económica es la demanda global y
esa demanda global está formada por la demanda de bienes de consumo
de las familias, por la demanda de bienes de inversión de las
empresas, por la demanda del sector público a través del gasto
público y por la demanda de los mercados internacionales a través
de las exportaciones. Con esta formula se puede combatir los dos
problemas fundamentales de cualquier economía, que son el desempleo
y la inflación. Pero en este ciclo de “estanflación” tendiendo
a la recesión,si combates el desempleo perjudicas la inflación y
viceversa, este es el nudo gordiano en el que se encuentra sumida la
economía española, de difícil solución, porque realmente de
acuerdo con la ortodoxia económica tendríamos que tener políticas
expansivas pero de acuerdo con nuestros compromisos con la unión
europea tenemos que tener políticas restrictivas. Por otro lado,
nos preguntamos porque no nos da igual la deuda pública como dice
Bernanke
(Reserva Federal USA): "Da igual la deuda pública que tenga
USA, mientras podamos fabricar dólares y los chinos acepten nuestros
papeles".
Porque no
podemos fabricar
euros, nos debemos a los acuerdos establecidos con la U.E. porque
pertenecemos a ella, tampoco podemos variar los tipos de interés
para variar el coste del dinero para que los empresarios inviertan
más, ni tampoco variar el tipo de cambio para fomentar las
exportaciones. Sólo podemos bajar o subir impuestos y aumentar o
disminuir el gasto público. ¿Entonces que hacemos? parece
ser que lo más coherente es obtener financiación para garantizar
las inversiones en curso y acometer otras que reactiven la economía
con presupuestos viables, proporcionados y equilibrados entre
la dualidad expansiva y restrictiva, porque la inflación
no es de demanda, es una inflación de costes que es la que
actualmente estamos padeciendo como consecuencia de la subida del
precio del petroleo, de las materias primas, de los alimentos etc. es
decir si España tiene según los datos de febrero de 2011 un
decrecimiento de su economía de un o,1 % con una inflación del 3,6
% es evidente que esa inflación no se debe a un aumento de la
demanda, la demanda está prácticamente paralizada la economía
española padece una crisis de costes y por tanto tenemos que pasar
de la macroeconomía a la microeconomía que es lo que ya se está
haciendo. Los costes se producen principalmente en las empresas, y
por tanto para luchar contra la inflación de costes lo que es
obligado hacer es disminuir los costes de producción de las empresas
y esto supone disminución de salario, disminución de coste
energético, disminución del coste financiero, aumento de la
productividad por la vía del desarrollo tecnológico de la
incorporación de las nuevas tecnologías y aumento de la
competitividad a través de la innovación. Pero la microeconomía
sólo combate la inflación a corto plazo, el desempleo lo dispara,
por tanto se debe combinar con inversión en gasto público
productivo, eliminando el gasto público cosmético y restringiendo
considerablemente el gasto público por cuenta corriente.
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